
Invertir en cerraduras de alta calidad, como sistemas biométricos, cerraduras inteligentes o cilindros con llaves de alta seguridad, es esencial para dificultar la manipulación por parte de ladrones.
Además, el mantenimiento regular de las cerraduras existentes garantiza su funcionamiento óptimo.
La seguridad también se puede mejorar reforzando puertas y ventanas con elementos adicionales como cerrojos, barras de seguridad o alarmas, disuadiendo así a posibles intrusos.